El nuevo coronavirus es una familia de virus conocida desde la década de 1960, que sufrió una mutación genética y terminó transformándose en algo que aún no había sido identificado en humanos. Transmitido por el aire y a través del contacto cercano con personas infectadas, el COVID-19 puede tener síntomas parecidos a los del resfriado y progresar a casos graves de insuficiencia respiratoria aguda. Las personas mayores de 60 años o que padecen enfermedades respiratorias, cardiovasculares o diabéticas son más propensas a contraer la enfermedad. Según la OMS, para esta población, la institución aconseja mayor cuidado en evitar aglomeraciones o lugares con personas enfermas.

Según el Colegio Americano de Cardiología, que divulgó un boletín para orientar a los profesionales de la salud sobre el tema, entre los pacientes hospitalizados por el nuevo coronavirus, el 50 % tenía enfermedades crónicas y el 40 % padecía enfermedades cardiovasculares o cerebrovasculares. Entre los casos fatales, el 86% tenía compromiso respiratorio, de estos el 33% tenía compromiso cardíaco asociado y el 7% tenía compromiso cardíaco aislado.

                     coronavirus y enfermedades cardiovasculares

La infección viral da lugar a una serie de reacciones encargadas de desequilibrar las enfermedades cardiovasculares que antes estaban compensadas. Según el Dr. Félix Ramires, cardiólogo y coordinador del programa de Insuficiencia Cardíaca del HCor, los pacientes con enfermedades cardiovasculares previas en ocasiones presentan alteraciones en su sistema inmunológico además de un estado inflamatorio crónico latente, que puede empeorar la evolución de la enfermedad. En pandemias pasadas causadas por virus respiratorios, la mortalidad por enfermedades cardiovasculares superó a todas las demás causas, por delante de la neumonía en otras situaciones.

“Los pacientes con enfermedades crónicas, hipertensión, diabetes y que ya han tenido una enfermedad cardiaca como un infarto o han sido intervenidos de cirugía cardiovascular o que tienen insuficiencia cardiaca son un grupo de mayor riesgo. En ese grupo hay predisposición a desarrollar la forma severa de la enfermedad, no específicamente a estar contaminados por covid-19”, orienta.

                                                    El cuidado de los pacientes con enfermedades del corazón

El cuidado es el mismo para todos. Sin embargo, como este es el grupo de pacientes que tienen mayor riesgo de desarrollar la forma grave de la enfermedad, incluso teniendo solo hipertensión o diabetes, se debe duplicar la prevención, para que no adquieran la enfermedad. “Por lo tanto, deben evitar las aglomeraciones, siempre que sea posible trabajar desde casa, evitar el contacto cercano con personas que hayan regresado de viajes de lugares donde el brote es más frecuente. Es más recomendable el aislamiento domiciliario de este grupo para que no se contaminen con el virus”, explica el Dr. Ramires.

Además, otras pandemias virales como el SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) y el MERS (Síndrome Respiratorio del Medio Oriente) han causado miocarditis e insuficiencia cardíaca rápidamente progresivas, lo que indica que el coronavirus puede tener el potencial de infectar el corazón solo. “Estos virus han sido implicados en la descompensación de la enfermedad arterial coronaria con ruptura de placa e infarto agudo de miocardio.

El Ministerio de Salud incluso anticipó la campaña de vacunación contra la gripe en Brasil. Es fundamental que esta población esté vacunada, ya que la gripe puede confundirse con los síntomas de la infección por COVID-19. Y un factor preocupante es el contagio combinado de coronavirus e influenza, que puede empeorar la salud del paciente”, dice.

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Cuando se tienen síntomas de gripe, fiebre y cansancio, dificultad para respirar y cansancio, en el caso de enfermedades cardíacas, si este diagnóstico es temprano, el tratamiento puede ayudar para que no desarrollen la fase más severa del coronavirus.

Consejos del cardiólogo del HCor en relación al coronavirus

Debido a su alto poder de contagio, además de permanecer mucho tiempo fuera del cuerpo humano, las medidas de prevención personal, como el lavado de manos, por ejemplo, son prioritarias y deben fomentarse en pacientes con enfermedades del corazón, especialmente en lugares donde la El foco de contaminación es mayor.

“Las personas mayores son menos propensas a tener fiebre, por lo que en esta población se debe valorar la tos, la disnea, las mialgias. Los tratamientos sugeridos en las guías para pacientes con enfermedades cardíacas pueden ofrecer protección adicional en estos casos y deben evaluarse individualmente. Las vacunas contra la gripe y la neumonía deben estar al día en esta población, con el objetivo de evitar una infección secundaria si se ven afectados por el nuevo coronavirus”, dice el cardiólogo del HCor.

Se recomienda tamizar a los pacientes infectados con COVID-19 que tengan enfermedades cardiovasculares, renales, pulmonares y otras enfermedades crónicas para atención prioritaria. “Los síntomas de un infarto agudo de miocardio o una descompensación de la insuficiencia cardiaca pueden estar enmascarados por los síntomas del nuevo coronavirus. Por eso es importante que el

fonte : https://www.hcor.com.br/imprensa/noticias/o-impacto-do-coronavirus-nas-doencas-cardiovasculares/